Livestock Research for Rural Development 13 (5) 2001

Citation of this paper

Parásitos gastrointestinales en marranas mantenidas en dos sistemas de producción (interior y exterior) en el trópico mexicano

L Rodríguez Vivas, A Ortega Pacheco , C Y Machain Williams
R Santos Ricalde

Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Autónoma de Yucatán,
Apartado Postal 4-116, Itzimna. Mérida, Yucatán, México. 
Tel (99) 9423200, Fax (99) 9423205

rsantos@tunku.uady.mx
     rvivas@tunku.uady.mx


Resumen

En muchos países está aumentando el interés en la producción de cerdos en exterior. Sin embargo, los parásitos gastrointestinales (PGI) son uno de los principales problemas, ya que afecta el rendimiento productivo de los animales.  En el presente estudio se comparó la excreción de huevecillos y ooquistes de PGI, los cambios de peso vivo y el comportamiento de la camada en marranas mantenidas en dos sistemas de producción (interior y exterior) en el trópico mexicano. Se utilizaron 18 marranas primerizas híbridas de una misma granja, divididas en dos grupos: Seis en el sistema en interior y doce en el sistema en exterior. De cada marrana se obtuvieron nueve muestras de heces fecales de acuerdo con el siguiente esquema: muestra uno (el día de la monta), muestras dos a siete (15, 30, 45, 60, 75 y 90 días de gestación), muestra ocho (el día del parto), y muestra nueve (15 días postparto). Las muestras fueron procesadas mediante las técnicas de Flotación Centrifugada y McMaster. En el estudio se identificaron los géneros Isospora y Trichuris, y el orden Strongylida

El género Isospora presentó en los sistemas exterior e interior una incidencia del 95 y 41%, respectivamente. Las marranas del sistema en exterior presentaron mayores promedios de  excreciones de ooquistes del género Isospora (1224) que las marranas del sistema en interior (206). Sin embargo, no se observo efecto del sistema de producción sobre los cambios de peso vivo de la marrana durante la gestación y la lactancia, y sobre el comportamiento de la camada. El orden Strongylida y el género Trichuris presentaron incidencias £ al  33% y no presentaron una dinámica de excreción definida.  

Palabras claves Parásitos gastrointestinales, marranas, producción en interior, producción en exterior, Isospora.

Gastrointestinal parasites in sows kept in two production systems (indoor and outdoor) in the Mexican tropics 

Abstract

In many countries there is an increasing interest in outdoor pig production. However, gastrointestinal parasites (GIP) are a problem, because they reduce the productive performance of the animals. The research reported in this paper compared the egg and oocyst excretion from GIP, weight changes during pregnancy and lactation, and litter performance of sows kept in two production systems (outdoor vs indoor).  Eighteen primiparous sows of similar origin were divided in two groups: Six were kept in an indoor system and twelve in an outdoor system. Samples of faeces were taken from  each sow according to the following scheme: sample one (at mating), samples two to seven (at 15, 30, 45, 60, 75 and 90 days of gestation), sample eight (at farrowing) and sample nine (15 days after farrowing). The samples were analyzed using the centrifuge flotation and McMaster technique.

Isospora were prevalent in 94  and 41 % of the sows in the outdoor and indoor systems, respectively. The sows in the outdoor system had a higher excretion of oocysts from Isospora (1224) than sows kept indoors (206). There was no effect of production system on weight changes of the sows during pregnancy and lactation, and on litter performance. Trichuris and Strongylida showed prevalences £ to 33 % and they did not have a defined excretion.  

Key words: Gastrointestinal parasites, sows, indoor production system, outdoor production system, Isospora.


Introducción

La industria porcina es una actividad que ha tenido un incremento en el ámbito mundial, tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados. Como resultado, la oferta y la demanda de carne ha aumentado considerablemente en la población humana (Lobo y López 1988). El mejoramiento de la eficiencia biológica en la producción porcina, condujo a la especialización y confinamiento del cerdo en un ambiente artificial, separándolo cada vez más de su hábitat natural y haciéndolo depender del hombre y su tecnología casi en su totalidad. Esta modificación de su patrón de comportamiento propició una nueva interrelación entre el animal, el agente y el ambiente. Dicha interrelación incrementa a menudo, la presentación de diversos problemas en la salud animal. 

El sistema de producción en interior tiene ventajas ya que disminuye la exposición de los animales a algunos microorganismos o vectores involucrados, facilita las prácticas de manejo tales como la atención de las hembras en el parto y el cuidado de los recién nacidos (Moncol 1996). Sin embargo, la explotación de un gran número de animales en espacios reducidos permite también la diseminación de otros tipos de enfermedades, altos costos de producción y el deterioro del bienestar de los animales (Whittemore 1982; Brouns y Edwards 1992; Dale 1993). Estas limitantes han propiciado el renacimiento de los sistemas de producción en exterior en muchos países (Brouns y Edwards 1992); sin embargo, el parasitismo gastrointestinal es una de los principales problemas, ya que afecta el rendimiento productivo de los animales  (Pattison et al 1979). 

El objetivo del presente estudio fue el comparar la excreción de huevecillos y ooquistes de parásitos gastrointestinales (PGI), los cambios de peso vivo y comportamiento de la camada en marranas criadas en dos sistemas de producción (interior y exterior) en el trópico mexicano.
 

Materiales y métodos

Lugar de estudio

El estudio se realizó en el área de nutrición y granja de cerdos de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Autónoma de Yucatán, (UADY) ubicada en la zona centro del estado de Yucatán, México. El estado de Yucatán se encuentra ubicado entre latitudes cercanas al trópico de cáncer sobre el litoral del Golfo de México, con una altura promedio sobre el nivel del mar de 10 metros. El clima de la región es considerado como cálido subhúmedo con régimen de lluvias en verano. La temperatura media anual es de 26 ºC (Duch 1988; Gobierno del Estado 1998).

Animales de estudio

Se utilizaron 18 marranas primerizas híbridas de una misma granja, con un peso promedio de 126 ± 11.1 kg. La investigación se realizó entre abril y septiembre de 1998. Se formaron dos grupos:

 Descripción de los sistemas de producción
Sistema en interior

Las marranas después de ser servidas se colocaron en un sistema de producción en interior donde se mantuvieron durante la gestación y la lactancia. Durante la gestación se mantuvieron en un corral con piso de concreto, paredes de cemento y techo de lámina. Cinco días antes de la fecha probable de parto, las marranas fueron trasladadas a un área de maternidad en donde estuvieron confinadas en parideras elevadas con piso de malla. Cada jaula estaba equipada con comedero individual y bebederos automáticos. Durante la gestación las marranas recibieron 2 kg de alimento comercial y después del parto el alimento se proporcionó ad libitum.

 Sistema en exterior

Las marranas después de ser servidas se alojaron en un área que contaba con un sombreador y 4 potreros de zacate estrella Africana (Cynodon nlemfuensis), los cuales se mantuvieron bajo riego durante el experimento. Los potreros estaban divididos por cercas eléctricas, donde fueron alimentadas individuales con alimento comercial y agua ad libitum. Adicionalmente los animales tuvieron oportunidad de pastar libremente en los potreros. Los potreros fueron manejados bajo un sistema rotacional de siete días de pastoreo por 21 días de descanso. Cinco días antes de la fecha probable del parto, las marranas se trasladaron a otro potrero, acondicionado como área de parto. En este potrero los animales permanecieron durante todo el período de lactancia (21 días) y contaba con un refugio construido con armazón de hierro, techo, comedero individual y un bebedero automático. Cada potrero estaba dividido por un cerco eléctrico, con la finalidad de restringir el movimiento de las marranas de un potrero a otro y evitar el amamantamiento cruzado. Durante la gestación las marranas recibieron 2 kg de alimento comercial y después del parto el alimento se proporcionó ad libitum.

 Noventa días previos al estudio, las marranas de ambos grupos no recibieron tratamiento antihelmíntico o coccidiostatos.  

Mediciones

Las marranas fueron muestreadas directamente del recto para la obtención de heces fecales, mediante bolsas de polietileno debidamente identificadas. De cada marrana, nueve muestras fueron tomadas desde la mota al postparto. Las muestras fueron tomadas de acuerdo con el siguiente esquema: muestra uno (el día de la monta), muestras dos-siete (15, 30, 45, 60, 75 y 90 días de gestación), muestra ocho (el día del parto), y muestra nueve (15 días postparto). Las muestras fueron transportadas inmediatamente al laboratorio de Parasitología de la FMVZ-UADY, para su análisis mediante las técnicas de Flotación Centrifugada y McMaster descritas por Rodríguez et al  (1994). 

Los cambios de peso vivo de las marranas se obtuvieron pesando a cada marrana en ambos sistemas antes de la monta, inmediatamente después del parto y al destete, en una báscula con capacidad de 500 kg. Las marranas antes de ser pesadas fueron dietadas 12 horas para reducir el efecto de llenado del tracto gastrointestinal. 

El número de lechones nacidos y destetados se registró para cada camada. El peso de la camada fue medido al nacimiento y a los 21 días de edad (destete), utilizando una báscula con capacidad de 10 kg. 

Análisis de datos

Se obtuvo la dinámica de excreción de huevecillos y ooquistes de parásitos gastrointestinales (PGI). Al mismo tiempo se obtuvo la incidencia para cada parásito mediante la siguiente fórmula (Thrusfield 1985):            

Incidencia = No de animales positivos a la prueba de Flotación Centrifugada  x 100                                                            Número de animales muestreados 

La excreción de ooquistes del género Isospora, los pesos de las marranas al parto y al destete y el comportamiento de la camada se analizo estadísticamente mediante la prueba de “t”,  teniendo como variable independiente al sistema (interior vs exterior). Para analizar la excreción de ooquistes del genero Isospora se utilizo la cantidad promedio de ooquistes por gramo de heces (o/gh) reportada por la técnica de McMaster en los 9 muestreos de cada animal. Para el género Trichuris y el orden Strongylida se utilizó estadística descriptiva. Para analizar los pesos de las marranas al parto  y al destete se utilizo como covariable el peso a la monta de cada marrana. 
 

Resultados

Incidencia

En el estudio se identificaron los géneros Isospora y Trichuris, y el orden Strongylida. En la Figura 1 se presenta la incidencia de las marranas en el sistema en exterior e interior durante los nueve muestreos. El género Isospora presentó en los sistemas exterior e interior una incidencia del 95 y 41%, respectivamente. 


Figura 1. Comparación de la incidencia del género Isospora entre marranas mantenidas en dos sistemas de producción (exterior e interior), en el trópico mexicano.  

El género Trichuris solamente se presentó en las marranas del sistema en exterior, con incidencias de entre 0 y 33%. El orden Strongylida solamente se presentó en las marranas en el sistema en exterior. La incidencia encontrada fue del 16% en el muestreo 8 (parto) y 33% en el muestreo 9 (postparto). 

Dinámica de excreción de ooquistes

Las marranas del sistema en exterior presentaron mayores promedios de  excreciones de ooquistes del género Isospora (1223.5) en comparación con las marranas en el sistema en interior (205.3) (P<0.05; Error Estándar de la Media, 93.79). La máxima excreción de o/gh en el sistema en exterior se encontró durante la gestación de las marranas (Figura 2).  

El orden Strongylida y el género Trichuris no tuvieron una dinámica de excreción de huevecillos por gramo de heces definida durante el estudio.


Figura 2. Comparación de la dinámica de excreción de o/gh del género Isospora entre marranas mantenidas en dos sistemas de producción (exterior e interior), en el trópico mexicano.

Cambios de peso de la marrana y comportamiento de la camada

Según los datos de la Tabla 1, la mayor incidencia de parásitos observada en el sistema de producción en exterior, no tuvo bajo las condiciones en que se realizo este experimento, ningún efecto sobre los cambios de peso vivo de las marranas y sobre el comportamiento de la camada durante la lactancia. 

Tabla 1. Cambios de peso vivo de la marrana y comportamiento de la camada en marranas mantenidas en dos sistemas de producción en el trópico Mexicano

 

Exterior

Interior

ESM

Peso a la monta (kg)

149

169

3.42 *

Peso después del parto (kg) a

155

157

2.23

Pesos después del destete (kg) a

150

145

3.20

Lechones Nacidos totales

9.9

9.3

0.49

Lechones Nacidos vivos

9.6

9.0

0.47

Peso de la camada al nacimiento (kg)

13.3

11.9

0.61

Lechones destetados

7.6

7.5

0.33

Peso de la camada al destete (kg)

38.2

43.1

1.72

* P<0.05; ESM Error Estandar del promedio
a
Medias ajustadas, utilizando como covariable el peso a la monta.

 

Discusión

En los sistemas de producción porcina, Salazar (1985) y Rodríguez et al (2001) reportaron que los principales PGI son los géneros Isospora, Oesophagostomum, Ascaris, Trichuris e Hyostrongylus, coincidiendo con lo encontrado en el presente estudio, donde los principales parásitos fueron los géneros Isospora y Trichuris y el orden Strongylida    

El género Isospora fue el más frecuente en ambos sistemas; sin embargo, las excreciones de o/gh fueron mayores en los animales mantenidos en el sistema en exterior en ambas fases. Este resultado es similar a lo reportado por Liebano et al (1986), Villagómez y Mejía (1992) y White (1996) quienes indican que la presentación de las parasitosis está muy relacionada con el sistema de producción y el manejo de los animales.

En el sistema en exterior se observó un aumento considerable en la excreción de o/gh y una alta incidencia del género Isospora. Según Armstrong (1993), la frecuencia de la coccidiosis es mayor en los sistemas en exterior,  ya que el género Isospora es rápidamente diseminado a través de la piara, debido a que los ooquistes son difíciles de destruir, principalmente en explotaciones con bajo nivel sanitario (Stuart et al 1980; Lindsay et al  1982; White 1996; Stuart y Brough 1997; Cottrell 1998). Además, el uso del sistema de riego en los pastos del sistema en exterior permitieron una elevada humedad que favoreció la esporulación de los ooquistes y por ende una constante reinfección de los animales (Rodríguez et al 1994; White 1996). 

Durante el estudio la incidencia del género Isospora se mantuvo en 100 % en el sistema en exterior excepto al momento del parto. Esto pudo deberse a que las cerdas se trasladaron del área de pastoreo a un pequeño potrero utilizado como área de parto, lo que contribuyó a separar a los animales de la fuente principal de reinfección. Blood y Radostits (1997) mencionan que para que la infección se mantenga constante es necesario una continua reinfección vía fecal-oral.  

Por otra parte en el sistema en interior la incidencia disminuyó gradualmente hasta que en los tres últimos muestreos, no se encontraron casos positivos. Esto pudo ser el resultado del manejo higiénico que existe en estas explotaciones (Cottrell 1998); en las cuales el aseo constante de los corrales y los materiales de construcción de las instalaciones favorecieron los bajos niveles de parásitos en las explotaciones, contribuyendo a romper su ciclo de vida (Robinson y Morin 1982; Blood y Radostits 1997). Además, las marranas en el sistema de producción en interior se mantuvieron durante la lactancia en jaulas elevadas, lo que redujo el contacto de los animales con las heces. 

El género Isospora produce en los cerdos diarrea, deshidratación, y baja ganancia de peso (Stuart et al 1980). Las manifestaciones clínicas en cerdos adultos son reducidas; sin embargo, las marranas son una fuente importante de contaminación del ambiente y por lo tanto actúan como diseminadores en las piaras, poniendo en riesgo la salud de los animales jóvenes (Stuart et al 1980; Robinson y Morin 1982).  

Por su parte el género Trichuris y el orden Strongylida tuvieron baja incidencia y excreción de h/gh; sin embargo, no se descarta la posibilidad que juntos con el género Isospora puedan contribuir al problema del parasitismos gastrointestinal en cerdos mantenidos en el sistema en exterior (Angus 1983; Niemeyer 1996; Esrony et al 1997). Es importante mencionar el papel del orden Strongylida, ya que los huevecillos del géneros Oesophagostomum e Hyostrongylus aún perteneciendo a diferentes familias pueden ser fácilmente confundidos, ya que estos no poseen características que los puedan diferenciar, por lo que se debe recurrir al cultivo de larvas para poder identificar los géneros (Angus 1983).  

La mayor incidencia de parásitos gastrointestinales del género Isospora en la marranas matenidas en exterior no se reflejó en los cambios de peso vivo de la marrana durante la gestación y la lactancia y sobre el comportamiento de la camada. Esto coincide con lo reportado por Vado, (1995) quien observo una alta excreción de huevecillos de parásitos del genero Isospora en marranas mantenidas en exterior, principalmente durante la temporada de lluvias, pero sin ningún efecto sobre el comportamiento de las marranas y sus camadas. Estos resultados sugieren que las marranas mantenidas en sistemas de producción en exterior tal vez pueden soportar niveles altos de parásitos del genero Isospora, sin detrimento sobre la producción. 

En futuros estudios es necesario realizar cultivos de larvas e investigar el impacto económico de los PGI en los cerdos explotados en el sistema en exterior con la finalidad de proponer programas de sanitarios tendientes a mejorar la salud de los cerdos. 

Conclusiónes

Se concluye para este trabajo que las marranas explotadas en el sistema en exterior tuvieron mayor incidencia y excreción de ooquistes en comparación con las marranas explotadas en los sistemas en interior. Esta situación fue favorecida por el mayor contacto de los animales con los parásitos, debido a las características particulares del sistema en exterior. Aunque, sin embargo no se observo ningún efecto sobre los cambios de peso de las marranas y el comportamiento de la camada.
           

Acknowledgements

Los autores agradecen la colaboración del personal del departamento de nutrición animal de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Yucatán. Este trabajo fue financiado por CONACYT (proyecto 0304 -PB)

Referencias

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 Received 29 May 2001

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