Livestock Research for Rural Development 29 (3) 2017 Guide for preparation of papers LRRD Newsletter

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Raciones integrales con harina de caña de azúcar (Saccharum officinarum) y diferentes proporciones de reemplazante lechero seco (0, 5 y 10%) en terneros hasta 90 días de edad: Consumo y ganancias de peso vivo

A C Alonso Vázquez, R Ybalmea Puldón1, D Batista Montané2, B Chongo García1 y L G Franco2

Dirección Técnica Desarrollo. Empresa Pecuaria Genética “Camilo Cienfuegos”. Consolación del Sur. Pinar del Río
elyjorge@nauta.cu
1 Instituto de Ciencia Animal. Apartado Postal 24. San José de Las Lajas. Mayabeque
2 Facultad de Ciencias Forestales y Agropecuarias, Universidad de Pinar del Río “Hermanos Saíz Montes de Oca”.

Resumen

Para evaluar niveles de consumo de ración integral y ganancias de peso vivo hasta 90 días, se utilizaron 40 terneros Siboney de 7 días de edad y peso vivo promedio de 29 kg, en un diseño de bloques al azar con diez réplicas. Los terneros se colocaron en cunas individuales, suministrándoseles 4 litros de reemplazante lechero hasta 83 días de edad, además de raciones integrales hasta los 90 días, que contenían 10% harina de caña deshidratada y diferentes niveles de inclusión de reemplazante lechero seco por tratamiento (0, 5 y 10 %) dos veces al día. Al tratamiento control se realizó oferta según directiva del MINAG para esta tecnología. Los consumos realizados se midieron mediante pesaje del alimento ofrecido, menos el alimento rechazado en cada momento del día antes de ofrecer la nueva ración.

En el período evaluado, los consumos entre tratamientos difirieron (P<0.05), mientras que solo hubo diferencias (P<0,05) en las ganancias de peso vivo de 61 a 90 días. Las raciones tuvieron el nivel de proteína recomendada para esta etapa y energía metabolizable comparable con el pienso de importación Papilac. Se concluye que el empleo de 10 % de harina de caña y 5 % de reemplazante lechero en polvo en formulación de raciones integrales, permiten ofrecer una ración de alta calidad para terneros en las condiciones de crianza establecidas en Cuba, y mejorar el consumo de estos alimentos desde las primeras etapas de vida, convirtiéndose en una posibilidad para la cría artificial de terneros.

Palabras clave: alimentos, cría artificial, incremento en peso



Sugarcane (Saccharum officinarum) and different proportions of dry milk replacer (0, 5 and 10%) in calf diets

Abstract

To evaluate consumption levels of an integral portion and live weight earning up to 90 days, 40 Siboney calves were chosen, taking into consideration a range no longer than 7 days of age and an average live weight of 29 kg, in a randomized block design with ten replicates. The calves were placed in individual cages and they were given 4 liters of milk replacement to 83 days of age, besides integral portions until 90 days that contained 10% of ground dehydrated sugar cane, and different levels of inclusion of dry milk replacement (0, 5 and 10%) twice a day. The amount of the consumption were weighed before administrating the new portion, taking into account the whole portion of administered food minus the rejected food. In the evaluated period, the consumption among treatments differed (P <0, 05), while there were differences (P<0.05) in the live weight earning from 61 to 90 days. The portions had the recommended protein level for this stage and metabolizable energy comparable with the imported calf food named Papilac. This research proved that the use of 10% of sugar cane flour and 5% of dry milk replacement as an integral formulation, allowed to offer a high quality portion to calves under the established breeding conditions in Cuba, and to improve food consumption from the first stages of life, turning into a possibility for artificial calves breeding.

Key words: calf rearing, calf starter, sugar cane


Introducción

A pesar de los múltiples artículos publicados sobre las bondades de las raciones integrales (Plaza y Hernández 1996; Martínez et al 2010; Ybalmea 2011; Plaza et al 2011; Martínez et al 2013; Chongo et al 2015), actualmente la ganadería en Cuba, no emplea masivamente estas raciones para alimentar sus rebaños desde edades tempranas. En su lugar utilizan piensos groseramente formulados y heno largo de mala calidad unido a la oferta de reemplazantes lecheros hasta edades avanzadas (entre 90 y 120 días de edad), lo cual incrementa los costos de alimentación del ternero. A ello debe sumarse, que hoy en día, el país no produce reemplazante lechero, y por tanto toda la alimentación líquida del ternero se garantiza con la importación de éstos.

Una de las posibles causas del poco empleo de las raciones integrales puede atribuirse a que en algunos estudios se demuestra que los terneros tienen un bajo consumo de estas dietas en el primer mes de edad, que puede relacionarse según Ybalmea (2011), con la presencia de elevados niveles de fibra en la dieta sólida. Este particular presupone que el ternero tenga que disponer en mayor medida de los alimentos líquidos (leche o reemplazante lechero) para poder obtener ganancias aceptables durante este período.

Esta problemática toma particular repercusión después de los años 90 con la caída del campo socialista, que trajo consigo la necesidad de revisar estrategias para promover sistemas de producción pecuaria eficaces -sobre bases rentables y eficientes- (Benítez et al 2009), que permitieran alcanzar los volúmenes de producción de leche y de carne, que requería el país (Díaz 2005) como respuesta a la gradual demanda de productos de origen animal (FAO 2006).

La tendencia hacia destetes precoces, altas velocidades de crecimiento y cubriciones tempranas, hace que aumente aún más la importancia de las dietas de inicio para terneros (Lesmeister y Heinrichs, 2004). Los esfuerzos por mejorar la eficiencia de utilización de los alimentos al mínimo costo mediante modificaciones en la forma física o química de los mismos, pueden influir en el comportamiento y la conducta de los animales ante el alimento.

La investigación tuvo como objetivo conocer los consumos que realizan terneros hasta 90 días de edad, cuando se les ofrece raciones integrales elaboradas con 10 % de componente fibroso a base de harina de caña de azúcar deshidratada (Saccharum officinarum) unido a la inclusión de diferentes proporciones de reemplazante lechero seco (0, 5 y 10 %), así como las ganancias de peso vivo que se alcanzan con este tipo de alimentación.


Materiales y métodos

El estudio fue realizado en condiciones de producción en la Recría 246 de la Empresa Pecuaria Genética “Camilo Cienfuegos”. Se emplearon 40 terneros Siboney de Cuba de 7 ± 2 días de edad y 29 Kg ± 3 Kg PV promedio en un diseño de bloques al azar, con 10 réplicas por tratamiento (8 hembras y 2 machos) que fueron ubicados en cuneros de 0.6 m2 de espacio vital, que en su frente poseían recipiente para agua y alimento. Previamente fue anotado el número de tatuaje y presilla individualmente, y pesados en una balanza Modelo DI-162 (Digital), según el método de la técnica de pesaje que establece la Norma Cubana (NC 74 - 49).

Para el desarrollo experimental, se contó con harina de caña de azúcar ( Saccharum officinarum) deshidratada, obtenida luego de moler su tallo y consiguiente proceso de secado en plato durante 3 días consecutivos; donde las partículas obtenidas no excedieron los 2.5 mm.

Los componentes y proporciones empleadas en la elaboración de las raciones integrales de inicio y destete suministradas por cada tratamiento se describen en la Tabla 1.

Tabla 1. Componentes y proporciones (%) empleadas en la elaboración de la ración integral de inicio y destete, según tratamientos*

Componentes

Tratamiento Control

Ración integral de inicio.
(Desde entrada a recría hasta 60 días)

Ración integral de destete.
(Desde 61 a 90 días)

Tratamientos

T1

T2

T3

T4

T2

T3

T4

Concentrado para ternero

Sistema empleado en la recría según norma MINAG

90

85

80

90

90

90

Reemplazante lechero seco

-

5

10

--

--

--

Harina de tallo de caña de azúcar

10

10

10

10

10

10

Total

100

100

100

100

100

100

* El tratamiento T1, será el tratamiento control y se utilizará el mismo sistema de alimentación que se orientó por el MINAG para la cría artificial de terneros.
El tratamiento T2, siempre recibirá la misma ración integral, con harina de caña de azúcar sin inclusión de reemplazante lechero.
Los tratamientos T3 y T4, recibirán ración integral de inicio desde la entrada a la recría hasta la semana 8, durante la semana 9, recibirán una mezcla 50/50 %
de la ración integral de inicio y de la ración integral de destete, y de la semana 10 a la 13 la ración integral de destete.

Los sistemas de alimentación empleados para los tratamientos que consumieron tecnología Raltec® (tratamiento T1) y ración integral según semanas de estancia en área de cunero se describen en la Tabla 2. El concentrado de inicio ofrecido al tratamiento T1 fue el mismo que se empleó para elaborar las raciones integrales de los tratamientos T2, T3 y T4.

Para el caso de las raciones integrales se suministraron 180 g (2 veces al día), con aumento de 200 gramos en la medida que el consumo por animal fuera total, hasta llegar a la oferta de 2.5 Kg de ración integral en igual cantidad de veces.

Los pesos se determinaron cada diez días con ayuda de una cinta métrica, de manera que las estimaciones estuvieran en correspondencia con la norma cubana (NC 74-49), para evitar estrés por manejo y sólo se realizó pesaje en balanza a los 30, a los 60 y el pesaje final a los 90 días, siempre en horas de la mañana y en ayuno. Los datos fueron controlados en hojas de cálculo de Microsoft Excel previamente elaboradas.

Tabla 2. Sistemas de alimentación empleados por tratamientos

TRATAMIENTO CONTROL (T1)*

Reemplazante lechero

Otros alimentos ofrecidos

Días en Cuneros

Tomas

Litros
por toma

Litros total

Semanas en Cuneros

Raltec Star T-1 Papilla

Concentrado Inicio

Heno

De 7 a 83 días

2

2 litros en la mañana y 2 en la tarde

4

1

130 g

-

Heno a voluntad

2

250 g

-

3

500 g

-

4

750 g

-

6

750 g

750 g

7

1000 g

1000 g

8-13

-

1700 g

 

TRATAMIENTOS QUE CONSUMEN RACIÓN INTEGRAL (T2, T3 Y T4)

Reemplazante lechero

Otros alimentos ofrecidos

Días en
Cuneros

Tomas

Litros
por toma

Litros
total

Semanas en Cuneros

RACIÓN INTEGRAL

De 7 a 57 días

2

2 litros en la mañana y 2 en la tarde

4

1-8

Ración integral de inicio según formulación (Tabla 1), ofrecidas a voluntad según dosificación descrita anteriormente.

9

Mezcla de 50/50 % de ración integral de inicio/ración integral de destete igualmente a voluntad con similar incremento en la oferta

58 -83 días

1

2 litros en la mañana

2

10 – 13

Ración integral de destete, SIN RL (Tratamiento: T2) igualmente a voluntad con similar incremento en la oferta hasta llegar a 2.5 kg

* Tratamiento T1 (Sistema empleado en la recría según orientación MINAG)

En la Tabla 3 aparece el aporte nutritivo de los alimentos que se suministraron en el estudio, que para el caso del concentrado comercial de inicio, la harina de caña de azúcar deshidratada y las raciones integrales preparadas para los tratamientos T2, T3 y T4 fueron obtenidos luego de análisis bromatológico realizado en el laboratorio de servicios analíticos del Instituto de Ciencia Animal. Para el caso del reemplazante lechero Raltec Milk y el Pienso de inicio Raltec Star T-1 (Papilac) se tuvo en cuenta los aportes descritos por el fabricante.

Tabla 3. Aporte nutritivo de los alimentos que se suministraron en el estudio

Alimentos

MS
(%)

PB
(%)

EM
(MJ/kg MS-1)

FND
(%)

FAD
(%)

Ceniza
(%)

Ca
(%)

P
(%)

K
(%)

Reemplazante lechero Raltec Milk 17-1

97

21.3

11.931

--

--

7

0.65

0.55

0.5

Pienso de inicio Raltec Star T-1 (Papilac)

95

16

11.761

--

--

7.96

0.9

0.67

0.69

Harina de Caña4

84.57

3.40

9.712

70.38

45,26

5.03

0.79

0,07

0.64

Concentrado Comercial de Inicio4

89.65

25.18

11.533

26.47

6,39

6.68

0.94

0,49

0.54

Ración integral (T2) 4

89.83

26.07

11.223

28.44

8.83

7.47

1.08

0.50

0.51

Ración integral (T3) 4

89.40

22.70

11.433

28,68

9.28

7.14

1.06

0.45

0.48

Ración integral (T4) 4

89.58

21.86

11.653

27.94

11.03

8.78

1.04

0.42

0.46

1 Según fabricante; 2 Según García Trujillo y Pedroso (1989); 3 Calculado según la EM de sus componentes; 4 Según resultados de análisis bromatológicos.

Análisis estadístico

Se realizó análisis de varianza con modelo de clasificación simple según diseño experimental y se utilizó la prueba de Duncan (1955) para la comparación de las medias en los casos necesarios. Los datos fueron procesados con el paquete estadístico INFOSTAT versión 1.0 (Balzarini et al 2001)


Resultados y discusión

La Tabla 4 muestra los consumos que realizaron los terneros de Raltec Star T-1 (Papilac) y concentrado inicio (T1) y ración integral (T2, T3 y T4) de cada tratamiento. En el período lactante, los consumos de concentrado y de ración integral estuvieron por encima de lo recomendado por diversos autores. Según lo referido, estos deben estar por encima de 1 kg de concentrado/día en el momento del destete, es decir, no menos de 20 g de concentrado/kg de peso vivo (Hodgson 1971; Zea y Díaz 1984 y Plaza y Fernández 1999). Para los animales que consumieron ración integral los consumos hasta esta etapa estuvieron entre 1.2 y 1.4 Kg; sin embargo, los animales del tratamiento control no tuvieron similar comportamiento (Tabla 4)

Tabla 4. Consumos que realizaron los terneros de Raltec Star T-1 (Papilac) y concentrado inicio (T1) y ración integral (T2, T3 y T4) de cada tratamiento

Edad
(días)

Tratamientos

EE

p

T1 (g)

T2 (g)

T3 (g)

T4 (g)

30

457a

486a

575b

567b

13.3

<0.0001

60

1000a

1713b

1971c

1933c

16.8

<0.0001

90

1700a

2494bc

2500c

2500c

0.85

<0.0001

abc Valores con superíndices diferentes en la misma fila difieren significativamente P < 0.05 (Duncan 1955); EE= error estándar .

Los terneros de los tratamientos T3 y T4, incrementaron el consumo de raciones integrales desde el primer mes de edad sin diferencias significativas entre ellos; sin embargo, si difirió significativamente (P<0.05) al compararse con los restantes tratamientos en los diferentes períodos.

Los resultados antes descritos, pueden asociarse con la presencia del reemplazante lechero seco incluido en la ración ofrecida, quien intervino como estimulante al consumo de la misma en edades tempranas, además de aportar mejoras en la calidad de la ración y en la palatabilidad del alimento, explicación que se corresponde con lo descrito por Anne Marie y Jeffrey (2010);

Por su parte el porciento de fibra de harina de caña de azúcar deshidratada que se incluyó en la ración no pareció afectar los consumos, a pesar de lo planteado por Plaza et al 1999, quienes argumentan que éstas se consumen a una baja tasa por unidad de tiempo a causa del tipo de fibra presente, que retrasa el paso de la digesta a las partes bajas del tracto gastrointestinal (Ybalmea et al 2008).

Los valores alcanzados en los consumos de las raciones integrales sin la inclusión de reemplazantes lecheros (tratamiento T2) superaron incluso, a los logrados con el empleo de formulaciones utilizadas y recomendadas por Marrero et al (1992), al utilizar Sacharina, alimento elaborado a partir del forraje de caña de azúcar. Estudios realizados por Plaza e Ybalmea (2013) e Ybalmea et al (2015) sostienen que el empleo de raciones integrales de inicio para esta etapa en terneros, presentan buena aceptación con resultados positivos en la etapa analizada.

Haber logrado incrementos en los consumos en esta edad reviste gran importancia ya que estudios realizados por Foldager et al (1997), demostraron que el incremento del consumo de nutrientes en el período lactante, resulta en el incremento de la producción de leche entre 450 y 1300 L, en la primera lactancia.

El uso de raciones integrales con 10 % de fibra y la inclusión de proporciones entre 5 y 10 % de reemplazante lechero seco, demostró relevancia en la aceptación, con resultados promisorios en el comportamiento de los consumos desde las primeras etapas, e indicó la factibilidad de su empleo en terneros lactantes.

Los pesos vivos (PV) y ganancias de peso vivo (GPV) de terneros con diferentes sistemas de alimentación (tecnología Raltec® y raciones integrales) se muestran en la Tabla 5. Sólo se observó diferencias (P<0.05) entre las GPV de 61 a 90 días de edad de todos los tratamientos, período que coincide con el cambio de la raciones integrales con reemplazante lechero (RL) a la ración de destete que no contiene RL.

Tabla 5. Peso vivo y ganancias de peso vivo de terneros con diferentes sistemas de alimentación (tecnología Raltec® y raciones integrales)

Indicadores

UM

Tratamientos

EE

T1

T2

T3

T4

PV inicial

kg

28.88

26.60

29.70

26.50

1.17

PV 30 días

kg

37.63

33.65

38.85

35.30

1.07

PV 60 días

kg

50.31

47.23

50.90

45

0.28

PV 90 días

kg

66.49

60.36

66.10

57.19

0.28

GPV inicio a 30 días

g/día

291.67

301.67

305

293.33

1.34

GPV 31 a 60 días

g/día

422.92

386

401.67

406.33

20.23

GPV 61 a 90 días

g/día

539.17a

437.67ab

506.67b

473c

32.93

GPV inicio a 90 días

g/día

417.88

375.11

404.45

341

17.46

abc Valores con superíndices diferentes en la misma fila difieren significativamente P < 0.05 (Duncan 1955); EE= error estándar.

En los tratamientos T3 y T4, este proceso tuvo mayor afectación pues fue en este grupo de animales, donde se produjo el cambio de ración que repercute en el estrés que naturalmente produce el destete. Esto indicó la necesidad de que se contemple mantener determinadas proporciones de RL seco en las raciones integrales luego del destete, a fin de continuar con el estímulo del consumo que aún necesita el ternero en estas etapas y aprovechar las ventajas que esto trae para el incremento de las GPV de los terneros.

De manera general, las GPV que se alcanzaron hasta el final del experimento fueron moderadas, aunque resultaron similares a las halladas por Ybalmea et al (1995), al elaborar raciones integrales con alimentos fibrosos a partir de forrajes no convencionales. Lograr en hembras en desarrollo desde edades tempranas, GPV en el orden de los 500 g/ternero/día, permitirá alcanzar óptimos PV de incorporación a la reproducción de las novillas, a una edad apropiada.

Trabajos desarrollados en el Instituto de Ciencia Animal, han demostrado que con el empleo de raciones integrales a voluntad, con una proporción de fibra similar a las utilizadas en el presente experimento (Martínez 2009 y Plaza et al 2011), los terneros llegan a alcanzar consumos de 3 a 3,5 kg/día en el período de 60 a 120 días de edad, lo que indicó que la práctica de haber restringido el consumo de raciones integrales a 2,5 kg, debió estar acompañada de alimentos voluminosos de alta calidad, si se deseaba incrementar las GPV por encima de los 500 g/ternero/día, durante este período. Quizás esta fue una de las razones por la que los terneros de los tratamientos T2 y T4 de 60 a 90 días, no logran ganancias superiores a 500 g/ternero/día en el período.

Por otro lado, según bromatología realizada a la raciones integrales formuladas y los componentes empleados, se comprobó que la relación proteína/energía (P/E) de los alimentos de inicio utilizados, con valores de 13.61; 21.84; 23.24; 19.86 y 18.76; para el pienso de inicio Raltec Star T-1 (Papilac), el concentrado comercial de Inicio, la raciones integrales del tratamiento T2, T3 y T4, respectivamente, mostraron que la ración de los terneros de los tratamientos experimentales (T1, T3 y T4), se vieron afectados por una menor concentración energética al compararlos con el tratamiento T2, lo que pudo afectar la utilización digestiva en general de las raciones y, por consiguiente la eficiencia digestiva y las GPV, según lo comentado por González (1990); lo que se asocia a lo indicado por Cloverdale et al (2004), Quigley y Mills (2006) y Plaza et al (2011) acerca de la digestión del complejo lignocelulósico y de otros carbohidratos fácilmente fermentables por la población microbiana del rumen, para producir glúcidos más sencillos, que al metabolizarse en las células bacterianas se convierten en ácidos grasos volátiles (AGV), fundamentalmente acético, propiónico y butírico y su contribución energética al ternero rumiante.

Otros trabajos (Plaza y Fernández 1999, Plaza et al 2000; Drackley 2007) han demostrado que en terneros, a partir de la tercera semana de edad, se incrementa el consumo de alimento seco y contribuye, del 45 al 50 %, a los requerimientos de la energía metabolizable lo que facilita un desarrollo ruminal temprano que prepara a la ternera para la etapa posterior.

Esto indica que si bien se lograron aceptables resultados con la adición de alimento fibroso a la ración, debido a las ventaja que presentan las raciones integrales (Plaza e Ybalmea 2013), así como la incorporación de una pequeña proporción de RL, de acuerdo a los resultados de este experimento, es totalmente necesario la reformulación completa de los piensos de inicio de terneros que se utilizan en el país ya que contienen muy elevadas proporciones de proteína (25,18 %), lo que produce un desbalance E/P en la ración y pérdidas por concepto de eficiencia alimenticia.

Así mismo, en la tecnología Raltec® (tratamiento T1), se emplearon 4 litro de RL hasta la décima semana de edad, mientras que en los tratamientos T2, T3 y T4, se utilizaron 4 litros de RL solo hasta los 56 días de edad, para continuar con solo 2 litros hasta la décima semana de edad, lo que significó un consumo de 14 litros de RL menos por ternero. Esto, sin dudas, afectó el comportamiento de los terneros y pudo haber influido también en las mayores GPV logradas en el período 60 a 90 días y en el período total inicio a 90 días, al comparar los restantes tratamientos con los terneros del tratamiento T1.

A partir de los resultados que se obtuvieron, se puede plantear que el uso de raciones integrales de alta calidad y otros que se imponen realizar en este mismo tema, puede constituir una propuesta interesante para su aplicación en las crianzas de terneros en el país, que permitirá mejorar el consumo de alimento sólido por el ternero y por consiguiente las GPV.


Conclusión


Agradecimientos

Agradecemos en la Empresa Pecuaria Genética “Camilo Cienfuegos”, a los trabajadores de la recría artificial de hembras 246 por permitirnos realizar el proceso investigativo; así como al Departamento de Biomatemáticas del Instituto de Ciencia Animal (ICA), por su ayuda en el procesamiento de los datos.


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Received 11 September 2016; Accepted 13 January 2017; Published 1 March 2017

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